En el suplemento económico
del Diario Clarín, IEco, del día de ayer, se publicó una interesante nota
¿Usted vive en una matriz? ;
donde se aborda la problemática de este tipo de configuraciones.
En el artículo
podemos leer:
“Las estructuras matriciales han redefinido a las organizaciones y han tornado sumamente compleja la manera en que los equipos interactúan dentro de ellas. Pero las matrices son inevitables y contamos con cuatro palancas con las que podremos ponerlas al servicio de los objetivos de la organización.”
En los últimos años, la utilización
de estructuras matriciales por parte de las empresas surgió como necesidad de
adaptar a las organizaciones a las complejidades que el mundo de los negocios iba
adoptando en los últimos años, debido a que los diseños tradicionales no eran
eficientes en contextos donde la toma de decisiones debe realizarse con mayor
rapidez y con mayor incertidumbre.
Como característica, este
tipo de estructura intenta combinar los diseños funcionales con aquellos
enfocados en el producto para aprovechar los beneficios que cada uno tiene por
separado, y la forma más habitual es la de superponer una departamentalización
por producto o proyecto a otra funcional.
Así, la estructura matricial
combina dos tipos de autoridad en un mismo nivel jerárquico, por un lado una
autoridad de carácter funcional que permite mantener la especialización de las
personas que trabajan en la empresa; y por otro lado, una autoridad basada en
proyectos que suele tener un carácter horizontal, que aprovecha las habilidades
de los distintos empleados para aplicarlos al proyecto en cuestión.
Entre otros, las ventajas
de su uso son:
- Mayor facilidad para armar Equipos por proyecto.
- Posibilidad de asignar los recursos idóneos para cada proyecto, tanto humanos como materiales
- Posibilita la formación de equipos multidisciplinarios, aumentando la sinergia de los mismos.
- Mejora la toma de decisiones en función de los objetivos de cada proyecto.
- Permite un mejor análisis de la gestión de cada proyecto.
Y como desventajas:
- La ruptura de la unidad de mando, pues cada empleado va a tener dos jefes.
- Las tensiones provenientes de la asignación de recursos, surgidas de las negociaciones entre los responsables funcionales y los responsables de los proyectos.
- La necesidad de mantener la focalización en la misión de la organización y no en los objetivos del proyecto.
- La tendencia a que este tipo de estructuras tenga un carácter temporal.
Como se indicó
precedentemente, el artículo nos presenta cuatro palancas que habría que
utilizar para mejorar la performance de esta diseño estructural:
- Estructura: adopción sin ambigüedades de la estructura matricial.
- Roles de decisión: definir claramente qué y quiénes toman las decisiones en el proyecto.
- Flujos de información: lograr que la información fluya en el sentido de la toma de decisiones de acuerdo a los roles establecidos.
- Motivadores culturales: motivar y capacitar al personal para desempeñarse en este tipo de estructuras.
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