El concepto descentralización y
descentralización han sido discutidas desde que se empezó a estudiar a las
organizaciones, Mintzberg analiza este concepto en función del poder de las
decisiones tomadas en las organizaciones.
Cuando todo el poder de toma de
decisiones descansa en un solo punto de la organización, en manos de una
persona, llamaremos a la estructura
centralizada; en la medida que el poder está disperso entre mucha gente,
llamaremos a la estructura
descentralizada.
¿Por qué
descentralizar una estructura?
La centralización es el medio más
cerrado de coordinar la toma de decisión en la organización. Todas las
decisiones son tomadas por una persona, por un cerebro, y luego implementadas a
través de la supervisión directa. Se han dado otras razones para centralizar
las estructuras, pero aparte de la bien conocida ambición de poder, la mayoría
equivale a la necesidad de coordinación.
Entonces, ¿por qué debe
descentralizar una organización? Simplemente porque no todas las decisiones
pueden ser entendidas en un centro, en un cerebro. A veces la información
necesaria para la toma de decisiones no puede ser colectada, o es de difícil de
transmitir y/o compresión. En vista de tales limitaciones, la centralización en
la toma de decisiones es uno de los errores más comunes en el diseño
organizacional.
Otro de los motivos por los cuales
la centralización es un problema, es la falta de motivación ante un trabajo
regulado, sin posibilidad ninguna en la toma de decisiones de la organización.
La gente inteligente y creativa requiere “espacio” para desarrollarse, en este
sentido, si las organizaciones descentralizan decisiones, estos empleados
pueden utilizar su iniciativa y se encuentran altamente motivados para la
realización de sus funciones. Tal motivación es crucial en las tareas
profesionales (y como estas son las tareas más complejas, la organización
profesional tiene dos buenas razones para descentralizar). La motivación es
también un factor clave en la mayoría de los cargos gerenciales, así que alguna
descentralización descendiendo la línea media está siempre asegurada. Darles
poder a los gerentes de línea media también los capacita para tomar decisiones,
para que algún día uno de ellos pueda tomar el cargo de director general, donde
deben tomarse las decisiones más difíciles.
Los términos centralización y descentralización
no deben ser tratados como absolutos, sino más bien como dos extremos de un continuo.
Tres usos
del término descentralización
El término descentralización parece
ser de tres maneras diferentes en la literatura.
1. Primero está la dispersión del
poder formal hacia abajo por la cadena de autoridad. Esta dispersión del poder
formal hacia abajo por la cadena de autoridad de línea será llamada descentralización vertical.
2. El poder de decisión puede
permanecer con los gerentes de línea media en el sistema de autoridad formal, o
puede pasar a gente fuera de la estructura de línea. La descentralización horizontal se referirá al punto en que quienes
son gerentes controlan los procesos de decisión.
3. Finalmente, el término
descentralización es usado para referirse a la disposición física de servicios y
no tiene nada que ver con la toma de decisiones
Descentralización
Vertical
La descentralización vertical cuando
el poder formal se delega jerárquicamente hacia abajo hasta los responsables de
línea.
Surge de las siguientes preguntas:
¿Qué poderes de decisión deben ser
delegados descendiendo por la cadena de autoridad? ¿Descendiendo hasta dónde?
¿Cómo debe ser coordinado (o controlado) su uso?
En general, las decisiones no
necesitan ser dispersadas hacia el mismo lugar, esto da origen a dos tipos de
descentralización:
a) La descentralización selectiva,
el poder correspondiente a decisiones de distinto tipo recae en diferentes
lugares de la organización. Está relacionada con las constelaciones de trabajo
agrupadas en base a su función y coordina su toma de decisiones recurriendo,
principalmente, a la adaptación mutua.
b) La descentralización paralela se
refiere a la dispersión a la dispersión del poder de muchos tipos de decisiones
diferentes en un mismo punto paralelo a un nivel jerárquico. Es regulada,
principalmente, por sistemas de control del rendimiento.
Descentralización
Horizontal
La descentralización horizontal es
el grado de poder formal e informal que se dispersa fuera de la línea
jerárquica entre los que no son administradores (operadores, analistas de la
tecnoestructura y personal de apoyo).
Se presentan cuatro etapas de la
descentralización horizontal:
1. El
poder recae en un solo individuo, generalmente en virtud del cargo que ocupa
(Ej. Un gerente).
2. El
poder cambia a los pocos analistas de la tecnoestructura, en virtud de la influencia
que tienen sus sistemas de estandarización sobre las decisiones de otros.
3. El
poder va a los expertos (los especialistas de staff analíticos y de apoyo o a
los operadores si estos son profesionales) en virtud de sus conocimientos.
4. El
poder va a todos en virtud de su participación como miembros de la
organización.
Poder a los
analistas
Cuando una organización confía en
los sistemas de estandarización para coordinación, algún poder debe salir fuera
de los gerentes de línea a los diseñadores de estos sistemas, típicamente a los
analistas de la tecnoestructura. Cuánto poder, por supuesto, depende de la
extensión y el tipo de estandarización. Obviamente, cuanto más confía la
organización en los sistemas de estandarización, mayor es el poder de los
analistas.
El poder al analista constituye solo
una forma limitada de descentralización horizontal. Solo unos pocos no gerentes
(estos diseñadores de los sistemas tecnocráticos) ganan cierto poder informal,
y eso a expensas de los muchos operadores y otros cuyo comportamiento y
producciones son estandarizados. Este tipo de descentralización horizontal
limitada de hecho sirve para centrar la organización en la dimensión vertical,
al reducirse el poder de los gerentes con respecto a los de más arriba.
Poder a los
expertos
En esta etapa de la
descentralización horizontal, la organización depende del conocimiento
especializado. Así debe poner su poder donde está el conocimiento (es decir,
con los expertos, ya sea que éstos estén en la tecnoestructura, en el staff de
apoyo, en el núcleo operativo o, por lo demás, en la línea media).
Cuanto poder pueden acumular los
expertos de una organización depende de cuánto dependa ésta de ellos y de donde
están situados en su estructura. Pueden identificarse al menos tres tipos de
poder de expertos:
1. Poder
de experto informal sobreimpuesto a una estructura de autoridad. En el tipo menos
horizontalmente descentralizado, el sistema de autoridad formal permanece
intacto; es decir, el poder formal permanece en la jerarquía de los gerentes de
línea. Pero en la medida en que la organización tiene necesidad de conocimiento
especializado, especialmente porque ciertas decisiones son altamente técnicas,
ciertos expertos logran considerable poder informal.
2. El poder de experto fusionado
con la autoridad formal. A medida que el ser experto se convierte cada vez en
algo más importante para la toma de decisión, la distinción entre línea y staff
(entre la autoridad formal para elegir por una parte y el ser experto para
aconsejar por otra) se vuelve cada vez más artificial. Eventualmente es
totalmente eliminada, y los gerentes de línea y staff se unen en fuerzas de
tarea y comisiones permanentes para compartir el poder de toma de decisión.
3. Poder
de experto en los operadores. En este tercero y más descentralizado caso de poder de
experto, los operadores mismos son los expertos. Y esto les confiere
considerable poder, lo que a su vez descentraliza la organización en ambas
dimensiones: el poder recae en el núcleo operativo, en lo más bajo de la
jerarquía de los no gerentes. Por supuesto, los operadores expertos son profesionales,
lo que conduce a una relación bastante importante, que se fundamenta en la
investigación, cuanto más profesional es una organización, más descentralizada
es su estructura.
Poder para
todos
La descentralización es completa
cuando el poder está basado no en posición o conocimiento, sino en
participación. Todos participan igualmente en la toma de decisión. La
organización entonces puede considerarse como democrática.
Descentralización
en Cinco
A partir de lo analizado parecen
emerger cinco tipos distintos de descentralización horizontal y vertical.
Tipo A: centralización
vertical y horizontal.
El poder de decisión aquí está concentrado en manos de un solo individuo, el
gerente en la cima de la línea jerárquica.
Tipo B: descentralización
horizontal limitada (selectiva). En este tipo se encuentra la organización burocrática
con tareas no calificadas que confía para la coordinación en la estandarización
de procesos de trabajo. Los analistas juegan un papel de liderazgo en esta
organización al formalizar el comportamiento de los otros miembros,
especialmente los operarios, quienes en consecuencia, emergen como bastante
impotentes. La estandarización disminuye la importancia de la supervisión
directa como mecanismo coordinador, reduciendo por lo tanto también el poder de
los gerentes de línea media, particularmente en los niveles inferiores. Como
resultado, la estructura es centralizada en la dimensión vertical, el poder
formal está concentrado en la parte superior de la línea jerárquica,
especialmente en la cumbre estratégica.
Tipo C: descentralización
vertical limitada (paralela). Aquí se encuentra la organización que está dividida
en unidades de mercado, o divisiones, en cuyos gerentes está delegado (en
paralelo) una gran cantidad de poder informal para tomar las decisiones
concernientes a sus mercados. Pero a causa de que este poder no necesita ser
delegado más abajo por la cadena de autoridad, la descentralización vertical es
limitada por naturaleza. De la misma forma, a causa de que los gerentes de
división no necesitan necesariamente compartir su poder con el personal de
staff o los operarios, la organización puede ser descripta como centralizada en
la dimensión horizontal. Por supuesto, la cumbre estratégica retiene el poder
formal final sobre las divisiones. Y a causa de que coordina su comportamiento
por la estandarización de producciones, efectuada por los sistemas de control
de desempeño diseñados en la tecnoestructura, algunos planificadores de alto
nivel retienen algún poder también.
Tipo D. Descentralización
vertical y horizontal selectiva. En la dimensión vertical, el poder para distintos
tipos de decisiones es delegado a constelaciones de trabajo en varios límites
de la jerarquía. Y en la dimensión horizontal, estas constelaciones hacen uso
selectivo de los expertos de staff, según cuan técnicas sean las decisiones que
deban tomar.
Tipo E.
Descentralización vertical y horizontal. El poder de decisión aquí está
concentrado en su mayor parte en el núcleo operativo porque sus miembros son
profesionales, cuyo trabajo está coordinado en su mayor parte por la
estandarización de destrezas. La organización es fuertemente descentralizada en
la dimensión vertical porque su poder descansa en la parte inferior de la
jerarquía. Y es fuertemente descentralizada en la dimensión horizontal, ya que
su poder descansa en una gran cantidad de no gerentes (es decir, los
operarios).
Bibliografía:
Henry Mintzberg, Diseño de Organizaciones Eficientes, Editorial El
Ateneo, Buenos Aires, 1992.
Enric Brull Alabart y María de los Ángeles Gil Estallo, artículo
“Mintzberg: la estructuración de las organizaciones”, 2005.
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