En el diseño de posiciones individuales los tres
parámetros de diseño que se utilizan son: la especialización de la tarea, la
formalización del comportamiento para llevarla a cabo, y la capacitación y
adoctrinamiento requerido.
1. Especialización de la Tarea
La especialización de la tarea es un concepto
basado en el principio de división del trabajo; su aplicación permite que un
trabajador reduzca la cantidad de objetos y acciones que tiene que prestar
atención, al momento de realizar una determinada tarea; reduciendo
consecuentemente su esfuerzo y obteniendo una mayor productividad en el
desarrollo de la misma.
La esencia de la especialización del trabajo es evitar
que una labor completa sea realizada por un solo individuo. En este sentido, el
trabajo se descompone en un cierto número de etapas, que son asignadas a
distintas personas; quienes se especializan solo en la tarea (o etapa)
asignada.
La especialización horizontal impacta en la
realización de tareas simples y repetitivas, que facilita la normalización y/o
estandarización del trabajo, permitiendo una mayor eficiencia laboral,
facilitando el aprendizaje y adaptación del operario a la tarea. De esta
manera, el trabajador cumple solamente sus funciones sin pensar en cómo o por
qué; o sea que se separa la realización del trabajo respecto de su
administración y control. La especialización vertical, es fruto de dicha diferenciación
y separación.
Cuando se diseñan puestos de trabajo en una
organización, se parte de la siguiente pregunta: ¿Cuántas funciones han de
corresponder a un puesto determinado y qué grado de especialización ha de tener
cada una de ellas?
La respuesta a este interrogante, refiere al
número de funciones atribuibles a un determinado puesto y al control que el
trabajador tiene sobre dichas funciones. Las tareas pueden especializarse en
dos dimensiones:
a) Según la amplitud
o alcance del puesto, es decir, cuantas tareas distintas contiene cada uno de ellos
y qué amplitud o estrechez tienen dichas tareas.
En este sentido, una tarea puede tener:
Especialización horizontal: Una persona, hace una
tarea.
Ampliación horizontal: Una persona, hace varias tareas.
b) Según la profundidad
del puesto o el control que el trabajador posee sobre cada tarea que realiza.
En este caso, la tarea puede tener:
Especialización vertical: Una persona supervisa una
tarea. Separándose la realización (ejecución) del trabajo de la administración y
control del mismo.
Ampliación vertical: Una persona realiza y supervisa varias tareas.
A medida que se amplía un puesto, se va ganando control sobre la actividad,
sobre las decisiones asociadas y, a continuación, sobre los objetivos y
criterios por los que se rigen estas decisiones.
En el siguiente cuadro se presenta la
clasificación de las tareas dentro de una organización en función de la especialización
vertical y horizontal:
ESPECIALIZACION HORIZONTAL
|
|||
ALTA
|
BAJA
|
||
ESPECIALIZACION VERTICAL
|
ALTA
|
Tareas no especializadas
(núcleo operativo y unidades de staff)
|
Ciertas tareas gerenciales
de nivel inferior
|
BAJA
|
Tareas profesionales (núcleo
operativo y unidades de staff)
|
Todas las demás tareas
gerenciales.
|
2. Formalización del comportamiento
La formalización del comportamiento representa
la manera en que la organización proscribe la libertad de acción de sus
miembros, esencialmente estandarizando los procesos de trabajo; esto permite
reducir la variabilidad, volverlo predictivo a fin de controlarlo.
Este parámetro de diseño es usado cuando las
tareas requieren coordinación precisa y predeterminada, también suele
utilizarse para asegurar imparcialidad con los clientes o los empleados.
El comportamiento puede ser formalizado, según
Mintzberg, en tres formas básicas:
Según el puesto. La organización atribuye al puesto una serie
de características de comportamiento, y las documenta en la descripción formal
del puesto de trabajo.
Según el flujo de trabajo. En lugar de vincular las
características al puesto, se introducen en el mismo trabajo.
Según las reglas. La organización instaura una serie de reglas
para todo tipo de situaciones, que recoge en manuales de procedimiento.
En cualquier caso, son idénticas las
repercusiones sobre el individuo que realiza el trabajo: se ejerce un control
sobre su comportamiento. Entonces dicho compartimiento es regulado, y el poder
de cómo debe ser el trabajo pasa a la persona que diseña las especificaciones
de cada labor, a menudo un analista de la tecnoestructura.
Si un puesto está muy formalizado entonces en el
trabajo respectivo hay una cantidad mínima de libertad para lo que se hace,
cuando se hace y como se hace.
Las estructuras que dependen de alguna forma de
estandarización para la coordinación de sus actividades pueden ser definidas
como burocráticas. Por el contrario, la organización que se caracteriza por la
ausencia de estandarización es definida por Mintzberg como estructura orgánica.
3. Capacitación y Adoctrinamiento
¿Qué habilidades y conocimientos se necesitan
para cada uno de los puestos?
El tercer aspecto del diseño de los puestos
corresponde a las especificaciones de los requisitos para ocupar un puesto
determinado; se refiere a la utilización de programas formales de instrucción
para establecer y estandarizar en las personas los conocimientos y habilidades
requeridas para el desempeño de determinados trabajos en el interior de las
organizaciones.
La capacitación y el adoctrinamiento básicamente
constituyen substitutos para lograr la estandarización del comportamiento. En
uno, los estándares se aprenden como las habilidades, en el otro son impuestos
en el trabajo como reglas.
En general, las organizaciones suelen
especificar qué conocimientos y destrezas deben tener los que ocupan los cargos
y luego establecer procedimientos de reclutamiento para seleccionar postulantes
según los términos de esos requerimientos. Alternativamente pueden establecer
sus propios programas para desarrollar a los empleados que contrata.
La capacitación se hace, por regla general,
fuera de las organizaciones, a menudo en la Universidad y escuelas de formación
profesional. Además, es necesario añadir habilidades y conocimientos concretos
que se adquieren con algún tipo de aprendizaje práctico previo a la
incorporación al puesto de trabajo.
En el adoctrinamiento se adquieren las normas de
la organización. Es la etiqueta que se utiliza para identificar el parámetro de
diseño mediante el cual la organización, para su propio beneficio, socializa
formalmente a sus individuos. Está relacionado con la cultura organizacional,
con la fijación los valores.
Bibliografía:
Henry Mintzberg, Diseño de Organizaciones Eficientes, Editorial El
Ateneo, Buenos Aires, 1992.
Enric Brull Alabart y María de los Ángeles Gil Estallo, artículo
“Mintzberg: la estructuración de las organizaciones”, 2005.
No hay comentarios:
Publicar un comentario