Siguiendo con la lectura del libro “La
planificación de la empresa del futuro”, (ver entrada anterior: Orientaciones básicas respecto al Planeamiento) de Russell Ackoff; los seres humanos
suelen perseguir diferentes fines, pero no se quedan solo allí, pues también,
el ser humano se caracteriza por perseguir ideales. No obstante, son escasas
las veces en que se toman en cuenta las características de los seres humanos en
el proceso de planeación.
Existen diferentes tipos de fines:
Las metas: las metas son los fines
que podemos esperar alcanzar dentro del periodo cubierto por la planeación.
Los objetivos: los objetivos son los
fines que no esperamos alcanzar dentro del período planeado, pero sí en una
fecha posterior. Hacia estos fines es posible hacer ciertos progresos dentro
del periodo para el que se planea.
Los ideales: los ideales son los fines
que creemos inalcanzables, pero hacia los cuales pensamos que es posible
avanzar durante y después del periodo para el cual se planea.
Esta clasificación de fines es importante, ya
que, dependiendo de que tipo de fines se toman en cuenta la planeación se puede
clasificar en: operacional, táctica, estratégica y normativa.
Tipos de Planeamiento según Ackoff |
Distintos tipos de planeamiento
Ackoff clasifica la planeación en:
Planeación Operacional: consiste
en seleccionar medios para perseguir metas que son dadas, establecidas o
impuestas por una autoridad superior, o que son aceptadas por convenio. Es tipo
de planeación es a corto plazo.
Los inactivistas son los que prefieren la planeación operacional, ya que
su meta, mantener las cosas tal como están, les es impuesta.
Planeación Táctica: consiste en seleccionar medios y metas para perseguir objetivos dados,
establecidos o impuestos por una autoridad superior, o que son aceptados por
convenio. Este tipo de planeación tiende a ser a mediano plazo.
Los reactivistas son quienes prefieren este tipo de planeación. Deben
seleccionar los estados previos a los que desean retornar, su meta, y los
medios para alcanzarla.
Planeación Estratégica:
consiste en seleccionar medios, metas y
objetivos. Los ideales son dados por una autoridad superior. Este tipo de
planeación tiende ser de largo alcance.
Los preactivistas son los que prefieren este tipo de planeación, y su
visión abarca un periodo más amplio que el que cubre la planeación.
Planeación Normativa o Interactiva:
requiere la selección explícita de medios,
metas, objetivos e ideales. Este tipo de planeación cubre un periodo
indefinido.
Los interactivista son quienes realizan este tipo de planeación.
El autor considera que este es el mejor tipo de planeación ya que es la
que proporciona la mejor oportunidad para enfrentar eficientemente el cambio
acelerado, la creciente complejidad organizacional y la turbulencia del medio
ambiente. Además de ser la única que da énfasis al desarrollo individual,
organizacional y social, así como al mejoramiento de la calidad de vida.
“Los cuatro tipos de planeación: operacional, táctica, estratégica y normativa, están cada vez más extendidos. La planeación operacional no sólo es la de menor alcance, sino que tiende a afocarse (bis) sobre los pequeños subsistemas de la organización para la que planea, tratándolos a cada uno en forma independiente. La planeación táctica tiene una perspectiva de alcance intermedio, y se enfoca principalmente sobre las interacciones dentro de la organización como un todo. La planeación estratégica es de más largo alcance, y engloba no sólo las relaciones internas, sino también las relaciones entre la organización como un todo y su medio ambiente ‘transaccional’, con el cual interacciona directamente y sobre el cual tiene cierta influencia. La planeación normativa se extiende por un periodo indefinido, y tiene que ver con todas las relaciones internas y externas, incluyendo las relaciones entre la organización y su medio ambiente contextual, sobre el cual no tiene influencia, pero del cual sí recibe influencia.”
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